«Mientras hay vida… hay esperanza», por el «Señor YO»
"Me senté delante del televisor con la misma sensación que debe de tener una vaca cuando la llevan al matadero. La intención era de no fijarme en las decisiones de los árbitros. Me imaginaba un partido parecido al que se jugó en Barcelona. Un amigo mío me diría “Hombre de poca fe” Y poco a poco, lentamente pero con paso firme y seguro el Canarias se fue subiendo a la grupa de los catalanes, y sin picar mucho con las espuelas, para no enfadar al equino, pero usando adecuadamente la fusta, fue llevando el partido a la zona donde le era...